21/1/11

La creación a través de la inspiración: ¿Don o juicio?

El don real

de la especie humana

es la creación

de un universo concreto

distinto de la naturaleza

Henri Focillon

La inspiración en el proceso creativo es, sin duda, uno de los fenómenos más importantes y fascinantes dentro de la historia de la humanidad. Quizás sea porque sin “inspiración”, gran parte del legado artístico que tenemos al alcance hoy en día no existiría. A pesar de que se ha escrito mucho al respecto debemos partir de la premisa que la inspiración es totalmente un fenómeno personal. A cada persona esa inspiración se le aparece de una manera distinta. ¿De dónde viene esta inspiración que induce al artista a evocar su mundo interior? ¿Proviene quizás de una capacidad racional de dar juicio al mundo exterior? ¿O más bien debemos hablar de la inspiración cómo una facultad especial que sólo unos pocos tienen el don de ostentar?

Es evidente que el alto grado de subjetividad que se encuentra en estas preguntas difícilmente nos pueda ayudar a hallar una respuesta concluyente y efectiva. Aún así, el recorrido que se pueda hacer a través de la historia y de distintas opiniones al respecto puede acercarnos a una idea clara de lo que puede ser la inspiración del artista.

Para empezar, ya en la antigua Grecia, el Oráculo de Delfos se servía de vapores y humos divinos en una caverna dedicada a Apolo para realizar una profecía. Quizás de allí provenga la primera acepción de la palabra que es introducir aire en los pulmones. Una segunda acepción que es “la influencia divina” se encuentra análoga al propio mito ya que tal profecía no se podía producir sin la gracia de los dioses. Esa influencia divina la tenemos también en el Canto XXII de la Odisea por boca del músico Femio cuando suplica por su vida: …Odiseo, respétame y ten compasión de mí. Seguro que tendrás dolor en el futuro si matas a un aedo, a mí, que canto a dioses y hombres. Yo he aprendido por mí mismo, pero un dios ha soplado en mi mente toda clase de cantos…. Entonces, para los griegos, la inspiración supone que el poeta o artista alcanza un estado de éxtasis o furor poeticus, el frenesí divino o locura poética. El artista es transportado más allá de su propia mente y recibe los pensamientos de los dioses.

En relación a la música, las musas serán las que ejercerán esa inspiración en el aedo (músico) despertando en él su memoria profunda. Virgilio, Ovidio y Ciceron insisten en que la inspiración es un regalo de los dioses.

La inspiración es previa a la conciencia y no está relacionada con la habilidad. La técnica y destreza en la ejecución son independientes de la inspiración, y por lo tanto es posible que aún alguien que no es poeta se inspire, y para un poeta o un pintor no es suficiente con ser hábil para lograr la inspiración. Aquí podemos recordar unas palabras de Pablo Picasso que dicen La inspiración existe, pero debe encontrarte trabajando.

Este origen divino lo podemos extraer también de la cultura hebraica y cristiana donde esa inspiración se obtiene a través de una revelación cómo regalo del Espíritu Santo. El filosofo anglo-hindú Ananda Coomarewamy dice La espiritualidad y el arte eluden a una misma experiencia”. Remitiéndonos a lo anterior, la revelación es un proceso consciente, donde el escritor o pintor interactúa con la visión, mientras que la inspiración es involuntaria y se recibe sin un entendimiento cabal de lo que está sucediendo. Este estado consciente es el que podemos hallar en Brahms cuando habla al respecto Me encuentro en una situación cercana al trance cuando caigo en este estado parecido al sueño, entre dormido y despierto; si bien estoy aún consciente, me encuentro a punto de perder el conocimiento. En estos momentos van entrando las ideas inspiradas. Toda inspiración es causada por Dios mediante una chispa divina que hoy en día los psicólogos llaman subconsciente. De estas declaraciones místicas podemos extraer muchas preguntas. ¿Esa revelación cristiana no tendra que ver con el nirvana hinduista? ¿Daría un sentido a esto el mismo origen etimológico de las palabras creer y crear?

Ya en la época romántica, el modelo del filosofo John Locke de la mente humana sugería que las ideas se asociaban entre sí y que una cuerda en la mente podía ser alcanzada por una idea resonante. Por lo tanto, la inspiración era en alguna medida un proceso azaroso pero completamente natural de asociación de ideas y pensamiento unísono repentino. La psicología de Locke sugería que un sentido natural o calidad de la mente permitía a las personas encontrar una unidad en las percepciones y discernir las diferencias en los grupos. Esta "fantasía" e "ingenio, como eran llamadas, eran facultades naturales y adquiridas que podían generar mayor o menor inspiración y percepción en poetas y pintores. En su obra Conjeturas sobre la composición original, Edward Young desarrolló la base de una formulación romántica de la inspiración. Él decía que el genius es "el dios interno" del poeta al cual le provee la inspiración. De esta forma, Young coincidía con los psicólogos que ubicaban a la inspiración dentro de la mente de las personas (y lejos del ámbito tanto de las cosas divinas como demoníacas) pero aún teniendo una cualidad supernatural. Genius era una fuente de inspiración inexplicable, posiblemente espiritual y posiblemente externa. Los poetas románticos pronto ubicarían su origen dentro del poeta. Victor Hugo dirá Inspiración y genio son casi la misma cosa.

Si nos centramos en la figura del artista, tal como hoy en día nuestra sociedad occidental entiende, esta se encuentra en la cúspide de la pirámide de valores humanos. Su sensibilidad es escasa, de allí el alto valor que recibe al ser superior a la media (a pesar de que puede abarcar mucho sufrimiento). Esa sensibilidad es la que lleva a los artistas a ser más receptivos a percibir la inspiración que no el resto de la humanidad. Aún así, debemos entender que el deseo o el entusiasmo son las semillas que proyectan el espíritu creativo (a pesar de que hay pocos testimonios sobre las vivencias personales de la creación porque es impúdico e íntimo para el artista). Después se podría decir que ante una creación hay periodo de ascesis, o periodo de incubación cómo dice Manuela Romo en su libro “La psicología de la creatividad”, que permite salvaguardar el don inicial para que la inspiración circule libremente y aparezca en cualquier momento. El pintor francés Louis Catiaux dice que La inspiración es como la gracia. Es un fenómeno movedizo, muy inestable y puede aparecer y desaparecer. El artista debe permanecer en un estado inmutable en medio de este movimiento. La sensibilidad es el primer plano para crear; el intelecto interviene como segundo término y es el ordenador de la inspiración…”.

Manuela Romo contempla que el proceso creador se puede encuadrar en las siguientes ecuaciones:

Azar + Juicio = Creatividad.

Azar + 0 = 0

Relacionándolo con la inspiración podemos entender que “juicio” es el ingrediente oculto que convierte la transcendencia divina explicada hasta ahora en una realidad objetiva. Con esta posición lo que pretende es aportar una contribución desde la psicología a la campaña contra los prejuicios de quienes no creen o no quieren que se haga ciencia de la creatividad. Crítica el argumento de la impredictibilidad como una falsa trampa en quienes mantienen ese escepticismo sobre un enfoque científico de la creatividad y pregunta ¿acaso niega alguien que se pueda hacer ciencia de las partículas subatómicas, cuyo comportamiento es igualmente impredecible? Lo que ha de hacer la psicología es predecir que, dados ciertos procesos, se llegará a unos resultados creativos, y explicar tales procesos; pero nunca adivinar cuál será la naturaleza última de tales productos, pues esto es desconocido incluso para el propio creador.

Es importante tener todo lo último mencionado en cuenta ya que debemos entender la motivación que lleva al artista a crear, y por tanto, a ser más receptivo a esa inspiración que la psicología relaciona al subconsciente humano.

Para finalizar a modo de ensayo este recorrido, decir que una explicación plausible sobre la inspiración permanecerá en el misterio hasta que el propio ser humano entienda que su naturaleza es igual de misteriosa y oculta.

"...La realidad profunda de nuestra propia naturaleza. El arte se convierte para acceder a esta identidad. El arte no puede darnos nada que ya no tengamos en nuestros corazones."

Antonio Tapies

25/11/10

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Yo pienso que lo razonable es no pensar.

Entonces, estaba dispuesto a seguir cavilando sobre su destino. La paradoja le llevó a olvidarse de lo único que había recordado, su experiencia con el tigre de bengala. Se le ocurrió que quizás el cartel de "Aquí empieza el principio del fin" estaba colocado allí por alguna razón. Poco después desistió ir por ese camino. Sabía que los racionalismos no funcionarían en este mundo. Cada esfera podía contemplarse de una manera ambivalente. Cada motivo tener un peso ambivalente.
A parte, el sol se despedía cada vez más dejando una curiosa luz blanquecina en la atmosfera. Cronos nunca se olvida y eso, lo sabía él. Después de ver que la continuidad era la única solución para llegar al final, muchas cosas tendrían que pasar antes del suicidio. Dejar pasar el tiempo no era nada negociable en su situación. Desamparado quizás, pero siempre, disciplinado con su limitada consciencia.

¿Por qué?

Tras exhalar estas palabras desde lo más profundo de su interior, una fuerza remota hizo vibrar el suelo en el que él se encontraba. ¿Qué había sido eso? ¿De dónde provenía ese movimiento sísmico? ¿Había tenido algo que ver la pregunta que le había llevado a hablar por primera vez? ¿O era quizás que todos los músculos de su boca habían vibrado con el mas allá?
Era la primera vez que hablaba desde su actual estado. Hay que considerar también que era normal que no lo hubiese hecho antes...